Adiós a Jean Rochefort

Un actor a la sombra que iluminaba a los demás.

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El actor francés Jean Rochefort ha dejado el escenario de la vida a la edad de 87 años, de una manera discreta, simple y eficaz, como lo fueron todas sus interpretaciones. Fue un actor valeroso, sin temor a nada, que sin embargo sabía mantenerse en segundo plano: tal era su secreto, quedarse un poco a la sombra y reflejar su propia luz en los protagonistas, si bien su rostro contundente podía robarse la pantalla por momentos. No temía reto alguno. Para él, “el ridículo” era sólo el nombre de una de sus películas. Fue el eterno actor secundario de presencia tranquilizadora o desafiante según el caso. Sabía ocupar su lugar en segundo plano siempre al servicio del guión y del director. Aún estando en segundo plano podría ser un espejo reluciente, un compañero a prueba de todo tenía el don de dar su luz a los otros. Con su rostro casi inmutable, bigote florido, nariz imperial y melenas plateadas y rebeldes, Jean Rochefort era una garantía de
interpretación gracias a su rostro de máscara de la Comedia el Arte. Podía transformarse sin problemas en amante otoñal, bailarín convulsivo, cortesano despiadado, viejo pintor y aún masturbador despistado. Con su silueta alargada y su “triste figura”, Rochefort podría haber sido el mejor Don Quijote de la historia del cine. Ahora es posible que a su partida, él haya escogido el papel de Sancho Panza, más indecente, libre y siempre luminoso.

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